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El comportamiento de masas es un ejemplo característico de actividades imitadas y la necesidad de unirse al común del grupo. En este artículo se discutirán los diferentes aspectos que modelan un comportamiento de masas y cómo el liderazgo positivo o negativo genera una fuerte influencia cuando se tiene un seguimiento no condicionado.

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Por: Cayo Betancourt cayobetancourt@gmail.com – @cayobetancourt

La inteligencia colectiva es un concepto que surge del comportamiento de un grupo, especialmente cuando se genera al colaborar en un contexto unificado, el cual no existiría de manera individual, indica Psicología Organizacional. Cuando el proceso de seguimiento de una causa o interés común genera resultados unificados, se observa que la colaboración es un producto del consenso, y en algunos casos las ideas comunes son mejoradas de manera individual. Este comportamiento requiere un análisis más profundo, aunque un resultado unificado podría observarse como un logro común, es imperioso observarlo en el contexto general, el cual podría impactar una comunidad, la industria o un sector de compañías que no actuaron de manera conjunta. Adicionalmente, la unidad por un resultado benéfico para unos y contradictorio, maligno o rayando en el borde de la ilegalidad para otros, genera un contexto adicional que no justificaría la unidad para obtener un resultado sesgado.

Chikersal indicó en 2017 que la inteligencia colectiva se observa consistente para aquellos grupos que se mantienen unidos, lo cual no indica que sean cercanos o tengan algún grado de familiaridad más allá de su objetivo común. Un efecto secundario de la inteligencia colectiva es la pérdida de individualidad al momento de generar resultados, generando una dependencia que puede permanecer transversal en el tiempo y diluirse al encontrar un obstáculo o impedimento que genere conciencia del impacto causado por el resultado general. Los resultados malignos de la inteligencia colectiva podrían acarrear consecuencias legales o negativas en la vida de las personas, estas se observan como un resultado colateral e individual frente a sus actos grupales. Por ejemplo durante la creación de un cartel comercial, varias compañías se unen para dictaminar el precio de un producto o servicio, lo cual está penalizado por la ley. Cuando se genera una consecuencia legal de manera grupal, las consecuencias judiciales son individuales hacia los representantes legales de las compañías o sus departamentos financieros.

La inteligencia colectiva es el resultado de un trabajo grupal, que involucra cierto nivel de liderazgo para generar apropiación de ideales y esperanzas que incrementan la posibilidad de éxito cuando se trabaja hacia un objetivo común. El lado negativo de la inteligencia colectiva se observa cuando un líder con intenciones no claras se apodera de la voz común y dirige al grupo hacia un resultado generalmente egoísta, en algunos casos se observa que ciertos sub-grupos hacen seguimiento del colectivo sin analizar las consecuencias a mayor escala, creando células indecisas que en un momento dado pueden tener visibilidad cuando el resultado colectivo se analiza bajo la ley o las normas empresariales vigentes.

Finalmente, Tomas Malone indica que un grupo de personas inteligentes en un grupo no genera directamente que todo el grupo sea inteligente, porque los procesos de seguimiento, convencimiento y apropiación de ideas pueden tener características de manipulación, donde la falta de criterio, conocimiento y experiencia crean comportamientos zombi que siguen el comportamiento de las masas sin analizar el contexto.

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